miércoles, 24 de junio de 2015

El “Chacha-Warmi” como filosofía de una nueva sociedad



El “Chacha-Warmi” como filosofía de una nueva sociedad
Por Ignacio A. Vargas Morales


Actualmente en el contexto boliviano se observa un debate polémico sobre el relacionamiento del chacha (hombre) y la warmi (mujer) en poblaciones indígenas, dicho relacionamiento en tiempos pasados dilucidaba una imagen de dualidad y complementariedad basada en la armonía y el equilibrio en la pareja, bajo este fundamento no se consideraba el término de equidad de género a razón de ser una posición de “afuera” que no compatibilizaba con las costumbres y principios del área rural, principalmente.
En el mundo aymara la pareja es central y se constituye en el fundamento de la comunidad, porque no es solo la unión de dos personas para garantizar la reproducción física de la misma, es la posibilidad de recreación de lo comunitario (Diaz M. Desarrollo y chacha-warmi: lógicas de género en el mundo aymara, La Habana, Cuba 2010 p.13), en el mundo aymara nada existe sólo o unitario, todo tiene su pareja desde los animales hasta las deidades. La relación de dos seres que al ser opuestos generan una complementariedad lo que conlleva a la unidad.  Las costumbres del occidente denotan una exclusión e individualidad en el ser por lo cual se vive una “realidad incompleta” desde el punto de vista aymara.
La idea de que exista una complementariedad entre hombre y mujer realmente era utópico y sin embargo esta idea se la podría relacionar como una directriz macro de organización en los pueblos, por otro lado la realidad que se vive es diferente puesto que  los roles son estructuralmente marcado dentro de una sociedad aymara principalmente.
Como característica principal en las áreas urbanas se observa otra realidad no equidistante con la del área rural, como se menciona que “la reorganización del mundo familiar a causa de los procesos de feminización laboral, como se ha dicho, ha cambiado la estructura de los roles de hombres y mujeres, situando a estas de forma masivas como proveedoras de materiales…” (Farah, I. y Sanchez, C. Perfil de género Bolivia, p. 90. 2008. La Paz, Bolivia: CIDES-UMSA) posiciona el perfil y participación de la mujer como un ser igual en condiciones y oportunidades respecto al hombre, a razón de ser capaz de jugar un papel de proveedora de materiales económicos, intelectuales, culturales y sociales en una relación de pareja.
La lucha constante de los derechos individuales vs los derechos colectivos será permanente, en síntesis se debe “despojar la noción del chacha-warmi de los elementos que han naturalizado como la pareja conyugal, mujer, madre y esposa… (Farah, I. y Sanchez, C. Perfil de género Bolivia, p. 91. 2008. La Paz, Bolivia: CIDES-UMSA) sin embargo este reto será condicionado sin lugar a dudas al nivel de educación que se pueda implementar en los centros educativos.
En la nueva concepción del “nuevo” Estado Plurinacional de Bolivia que nace a partir de la promulgación de la “nueva” Constitución Política del Estado (CPE) en la gestión 2007 incorpora como un eje transversal en las políticas públicas del Estado la equidad de género. La educación en un Estado es fundamental por lo que se determina en la CPE en su artículo 79.- “La educación fomentará el civismo y los valores éticos y morales. Los valores incorporarán la equidad de género, la no diferencia de roles, la no violencia y la vigencia plena de los derechos humanos” (CPE de Bolivia, 2007).
Desde esta institución se determina el lineamiento claro para la incorporación de la equidad de género en todos los recintos educativos del país, logro que debe ser agradecido a las luchas permanente de los movimientos de mujeres, entidades y organizaciones comprometidas con la equidad de género quienes lucharon contra sistemas patriarcalizados exigiendo mayor participación en espacios de toma de decisión.
Las mujeres organizadas en diversos colectivos y organizaciones “…han demostrado capacidad de llegar al sistema político con propuestas y desarrollar acciones de incidencia política, control social y exigibilidad.” (Novillo, M. Paso a paso. Así lo hicimos. Avances y desafíos en la participación política de las mujeres. 2011, La Paz, Bolivia: Coordinadora de la Mujer – IDEA).
Finalmente la filosofía del “chacha-warmi” en una sociedad urbana denota un trabajo más arduo y con la participación de todos y todas, los logros y grandes avances por organizaciones a favor de la equidad de género son significativos, sin embargo sin el apoyo sostenible del Estado a través de la implementación de políticas públicas que transversalicen dicha concepción de la equidad de género en todos los espacios de acción, ocasionará un debilitamiento y retroceso en la búsqueda del derecho entre hombres y mujeres de “ser” e iguales desde su diferencia corporal.

BIBLIOGRAFÍA
CPE de Bolivia, 2007
Diaz M. Desarrollo y chacha-warmi: lógicas de género en el mundo aymara, La Habana, Cuba 2010
Farah, I. y Sanchez, C. Perfil de género Bolivia, 2008. La Paz, Bolivia: CIDES-UMSA.
Novillo, M. Paso a paso. Así lo hicimos. Avances y desafíos en la participación política de las mujeres. 2011, La Paz, Bolivia: Coordinadora de la Mujer – IDEA

No hay comentarios:

Publicar un comentario